El objetivo de la Teoría de Errores es identificar las diversas fuentes que generan error en la medición y así determinar el verdadero valor de las magnitudes físicas medidas de forma directa e indirecta; este se define como la diferencia entre el valor medido y el valor verdadero. Una medida nunca puede ser exacta, es decir, siempre cometemos un error, por lo que nuestra medida no será completa sin la estimación del error cometido.
Los errores pueden ser producidos, por la imprecisión de los aparatos de medida, llamado errores sistemáticos, o causa de agentes externos o del propio ejecutante, llamado errores accidentales. Mientras que en el primer caso de error, se repiten en el mismo sentido, siempre y cuando se utilice el mismo aparato de medida, el segundo caso varía tanto el valor como el signo, también dependerá de la experiencia del trabajador. Debido a la existencia de errores es imposible conocer el valor real de la magnitud a medir. Si somos cuidadosos podemos controlar los errores sistemáticos y en cuanto a los errores accidentales podemos reducirlos si tomamos un conjunto de medidas y calculamos su valor medio.
Clases de errores:
- Error Absoluto: diferencia que tenemos entre el valor obtenido y el verdadero. Así llamamos x a la medición y X al valor absoluto, el error absoluto será:
Ea = x - X
- Error Relativo: definido por el cociente entre el valor absoluto y el valor real, dado por la fórmula:
Er = Ea/X
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